Camino a la economía circular
La fabricación de espuma se está volviendo cada vez más desafiante con el objetivo de reducir la huella de carbono y cumplir con los nuevos estándares ambientales. El proceso de producción de espuma de alta calidad ya es muy exigente cuando se utilizan materias primas vírgenes, y la reutilización de plásticos reciclados representa un verdadero desafío.
El nuevo objetivo no es solo tener tecnología capaz de reutilizar espuma 100 % reciclada en nuevos productos (material interno y recolectado por empresas de conversión de espuma), sino también poder reutilizar los plásticos reciclados posconsumo (PCR). PCR son plásticos reprocesados de desechos domésticos o comerciales y la mayoría de los cuales se utilizaron para embalaje. PCR tiene niveles más altos de contaminantes que deben filtrarse para lograr buenos resultados de formación de espuma. Para hacer frente a este desafío, se debe aplicar una tecnología mejorada de mezcla y filtración de fusión continua para garantizar un proceso de extrusión de espuma estable y confiable. Todas estas tasas más altas de eliminación de contaminación y el mantenimiento de índices de flujo de fusión en niveles estables requieren un mejor diseño de tornillo mezclador y un mejor proceso de filtración sin perder rentabilidad, productividad, calidad y seguridad del producto.
El departamento de Investigación y Desarrollo de la empresa ALEMO ha estado involucrado en desafíos de economía circular durante más de un año y ya ha mostrado excelentes resultados con espumas producidas en extrusoras ALEMO con hasta un 15% de contenido de PCR.
Se planea lograr resultados aún mejores con nuevos compuestos de materiales de PCR mezclados con material virgen para crear compuestos con niveles de PCR de hasta el 30 %, tal como lo lanzaron recientemente algunos proveedores de materias primas de polímeros. Estos compuestos más estabilizados y con mejor procesabilidad pueden aumentar el porcentaje de contenido de PCR incorporado en una aplicación determinada y ampliar su rango. Estos compuestos ofrecen reducciones potencialmente significativas en la huella de carbono de hasta un 25% y en el consumo de energía de hasta un 30% en comparación con el material virgen.
Los fabricantes de espuma competirán en un entorno con precios de materias primas en aumento, costos de energía en aumento y regulaciones ambientales cada vez más exigentes. Esta presión continua sobre las empresas para que reduzcan su huella ecológica también está impulsando el desarrollo tecnológico. Una mejor tecnología es la única solución para alcanzar los estándares ambientales y reducir aún más los costos de producción.
En un futuro cercano no será suficiente reutilizar solo un porcentaje de la espuma reciclada interna. La industria de la espuma también deberá pasar a un modelo comercial circular, conservando su valor mediante el reciclaje y la reutilización de materiales con beneficios que no tienen costo para el planeta.